Maine et Loire, entre terruño e historia
La región de Maine-et-Loire es un concentrado de historia y terruño, con una gran cantidad de maravillas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay muchos castillos del Loira de todas las épocas, como el Castillo de los Duques de Anjou, con vistas a Angers, Brézé, con su sótano troglodita, y el bellamente renovado Castillo de Saumur, con su mirador. También merece la pena visitar el puente levadizo del magnífico castillo de Plessis-Bourré y la botica de principios del siglo XVII del castillo de Baugé. La abadía real de Fontevraud, donde está enterrado Ricardo Corazón de León, no necesita presentación. Los castillos de Brissac y Montreuil Bellay también merecen una visita.
La artesanía y la cultura locales se descubren en lugares originales que fascinan a grandes y pequeños: las animadas cuevas de Faluns des Perrières en Doué-la-Fontaine, hasta donde llegaba el mar en la prehistoria, o el juego de descubrimiento y evasión en el pueblo troglodita de Rochemenier. El pasado minero de Noyant-La-Gravoyère le sorprenderá al explorar las galerías de la Mina de Pizarra Azul, a 125 metros bajo tierra. La Maison d'Adam de Angers, del siglo XV, alberga casi un centenar de artesanos y colecciones increíbles.
En cuanto a la naturaleza, además de los bucólicos paseos por las fincas vinícolas de Anjou, no se pierda el capullo hortícola de Terra Botanica y el Bioparc de Doué la Fontaine, el único zoo troglodita del mundo, donde podrá deambular por túneles y laberintos vegetales para admirar 1.200 animales protegidos en un suntuoso entorno verde. No dude en alquilar una bicicleta en lugar de cualquier otro medio de transporte, gracias a los numerosos kilómetros de carriles bici del departamento. Por último, si es un apasionado del Puy du Fou, sepa que puede llegar al parque en poco más de una hora de coche desde el departamento vecino.