Camping Roscoff
¿Busca un camping en Roscoff o en sus alrededores para sus próximas vacaciones? Descubra nuestro camping en Finistère Norte, a 35 km de Roscoff.
Alquiler de mobil home en Roscoff
Déjese seducir por los encantadores paisajes del Finisterre Norte alquilando una casa móvil cerca de Roscoff en nuestro camping familiar. En la Côte des Légendes, el camping Slow Village le invita a disfrutar de la tranquilidad de su pedanía balnearia desde una casa móvil confortable, atípica o contemporánea. Breizh Légendes se dirige tanto a los amantes de la naturaleza y de lo insólito como a los que aprecian el confort y el lujo. Frente al mar, por ejemplo, encontrará tiendas vivac y cabañas Premium, dos tipos de alojamiento abiertos a la naturaleza y disponibles desde 39 euros por dos noches para una tienda vivac, y desde 61 euros por 2 noches para una cabaña. Aunque no disponen de baño, estos alojamientos cuentan con ropa de cama de calidad, zona de cocina totalmente equipada y terraza con vistas al mar. Si prefiere el confort clásico de una casa móvil en Roscoff, opte por una cabaña o un bungalow. Breizh Légendes le propone chalés de dos y tres habitaciones, de 30 a 33 m2 y con capacidad para 4 a 6 personas, a partir de 55 euros por dos noches. Los cottages de dos habitaciones incluyen un alquiler totalmente adaptado para personas con movilidad reducida. También encontrará parcelas de acampada para vacaciones en caravana, tienda o autocaravana a orillas del agua.
Turismo en Roscoff
Antigua ciudad corsaria y refugio de contrabandistas, Roscoff es un destino ineludible del Norte de Finisterre. Su territorio ocupa una península en la bahía de Morlaix. Justo enfrente, a 15 minutos en barco, se encuentra la isla de Batz, una de las islas bretonas que no están en la costa atlántica. Durante sus vacaciones de camping en Roscoff, no deje de descubrir el notable patrimonio arquitectónico religioso y civil de la ciudad: el antiguo puerto y su embarcadero, el faro de 24 metros de altura, las capillas Sainte-Anne y Sainte-Barbe, las bellas residencias de armadores construidas entre los siglos XV y XVII, la iglesia Notre-Dame du Croaz Batz y su osario, y los restos de las murallas que dominan el mar. Un pequeño tren turístico recorre la ciudad para mostrarle sus tesoros al aire libre. La Maison des Johnnies es un museo ineludible que cuenta la historia de los comerciantes de cebollas rosas de Roscoff, que cruzaron el mar en el siglo XIX para vender su cosecha en Gran Bretaña. La cebolla rosa de Roscoff también se celebra en la ciudad a finales de agosto. En julio, la ciudad se anima con la Fiesta del Mar. Roscoff es también un destino popular para la talasoterapia: varios establecimientos ofrecen curas y tratamientos a dos pasos de las playas de arena.
